La palabra “tiempos” se traduce del término hebreo “Et” que además significa: período, tiempo determinado, propicio o apropiado. Se refiere a un tiempo diseñado por las manos del arquitecto divino, en el cumplimiento de sus propósitos. Dios tiene el completo gobierno sobre los tiempos de los hombres.
Nuestro Señor es llamado también el Dios eterno, la palabra “eterno” se traduce del término hebreo “Olam”: que significa eterno o eternidad.
El tiempo está contenido en la eternidad, como en algo de donde recibe su ser y su unidad.
La eternidad es la que fundamenta el tiempo, es su base, es la fuente desde donde el tiempo fluye y lo que le da sentido (la eternidad es la totalidad y el tiempo es una sección).
Los griegos usaban dos términos para definir el tiempo: “Cronos” y “Kairos”:
Son dos medidas diferentes ya que Cronos trata sobre el tiempo cuantitativo y Kairos sobre el tiempo cualitativo.
Es el tiempo “tic-tac” que nos condiciona la vida a través de la consecución de objetivos y metas en tiempos concretos y planificados.
Cuando actuamos bajo los auspicios de Cronos, las acciones pasadas se vuelven obsoletas al alcanzar el objetivo.
Entonces buscamos nuevos objetivos, indiferentes a si estamos satisfechos con lo que hemos alcanzado o no.
Cronos, mide cómo los mortales nos acercamos a la muerte, enfocándonos en tener éxito y en controlar los acontecimientos de nuestra vida y la de los demás.
Cronos es el tiempo que irreversible y linealmente nos lleva hacia nuestro futuro.
Más específicamente esta referido a un lapso de tiempo, es decir a la duración de un tiempo. Cronos es la raíz de la palabra cronómetro y sus derivados.
Es el tiempo terrenal y del hombre que se puede medir.
Dios estableció con la creación el sol, la luna y las estrellas para medir los tiempos terrenales (Génesis 1:14-18), y por eso las unidades de medida de nuestro tiempo: milenio, siglo, año, mes, día, horas, minutos, segundos, etc.
Se representa como un hombre joven, calvo por detrás, con un solo mechón de pelo en la frente. Lleva una balanza desequilibrada en la mano izquierda. Para este Dios el equilibrio es relativo porque esta en la mitad de dos mundos.
Sin embargo posee el secreto de la medida del tiempo efectivo. Tiene los pies alados, como los de Hermes, y como divinidad se transporta rápidamente, uniendo en un momento el tiempo con la oportunidad.
Kairos está referido al tiempo efectivo que es el mejor momento para hacer las cosas. Es el dios de la oportunidad que pasa rápidamente y sólo se le puede coger por el mechón, si estamos atentos a su llegada, porque cuando pasa es imposible de agarrar porque está calvo por detrás.
Simboliza el momento adecuado e imprevisto, que puede cambiar nuestro destino. Es en el “aquí y ahora”, que la acción adecuada nos llevará al futuro que deseamos.
Kairos es el tiempo diseñado por Dios en el cielo, que se manifiesta en la tierra, para bendición de los hombres. Aquí debemos velar y estar preparados para los cambios de Dios en su perfecto tiempo.
Más concretamente es la medida correcta, el tiempo oportuno o favorable, el momento señalado y preciso. Kairos no se mide sino que participa de tal manera que se pierde la noción del tiempo, tiempo sin tiempo, momentos en los que el reloj se detiene, alimentándonos y renovándonos.
Kairos no exige ni espera nada de nosotros, simplemente pasa por nuestro lado como una posibilidad fugaz de conectar con otra matriz temporal favorable para nosotros.
Debido a la ansiedad y al afán en el tiempo de Cronos en los hombres, perdemos el momento oportuno, el Kairos.
Cronos nos mantiene ocupados, apurados e impacientes de que lleguen los resultados. De esta manera no nos damos cuenta de que la única forma de atrapar a Kairos es la observación silenciosa, meditativa y desapasionada de nuestro entorno.
Sólo así veremos a Kairos aparecer y podremos atraparle.
Al conectarnos con Kairos podremos eliminar nuestras ideas preconcebidas sobre lo que significan los acontecimientos, para abrirnos al momento fugaz en el que la oportunidad inesperada se presenta.
En el Kairos ocurren los milagros o intervenciones divinas, por eso muchos lo llaman “el tiempo de Dios”.
Para vivir en Kairos debemos estar conectados con nuestra intuición, que no avisa en milésimas de segundos, cuando debemos cambiar el rumbo de una acción.
Kairos, que también significa destino, es un tiempo más flexible e inclusivo que Cronos, porque puede enlazar en un instante la realidad con nuestra percepción intuitiva.
El tiempo de Kairos, lo dicta nuestro ser interno, el tiempo efectivo y nuestra conexión con el “todo” o “Dios”.
El tiempo de Cronos, lo dicta nuestra mente, la certidumbre, el tiempo real y el control.
Fuente: María Elena Trujillo H.
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.