Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos. Son universales y comunes en todas las culturas.
La emoción nos informa si una situación es o no favorable. A cada estado de nuestro organismo le corresponde una emoción, que es más positiva cuando se trata de un estado más saludable, más orientado hacia la vida y es más negativa cuando nuestro estado se acerca más a la enfermedad y la muerte.
En consecuencia, se pueden reconocer dos componentes bien diferenciados en las emociones.
Así la emoción o el nivel de emocionalidad puede actuar como un motivador, como una fuerza impulsora que da vida y trasmite pasión, alegría iniciativa o, estar al servicio de desestabilizar o desequilibrar anímica y mentalmente a la persona que la siente.
Es un fuerte sentimiento de insatisfacción y desagrado al ser ofendido o agraviado. Es enérgica, explosiva y a menudo difícil de controlar.
Puede ir desde un leve malestar hasta la rabia más intensa. Las repercusiones pueden ser importantes si no se gestionan debidamente. Puede dañar tus relaciones y causar problemas en tu vida personal y profesional, asi como también puede ser muy constructiva ya que nos ayuda a soltar lo negativo y nos motiva a seguir adelante, siempre y cuando esa ira no se dirija hacia alguien con el fin de hacer daño.
Esta emoción se define como un sentimiento agradable de satisfacción, bienestar y felicidad.
Hoy en día, se ha demostrado que hay una fuerte relación entre la salud física y la emocional, por lo que para para ser feliz, hay que cuidar tanto el cuerpo como la mente.
Se define como una sensación de repugnancia causada por algo ofensivo y desagradable.
Puede ser tanto físico como mental, ya que puede dar lugar a fuertes sensaciones corporales y a un grave desequilibrio emocional.
Es un estado transitorio de desesperanza, pena o decepción. Si se produce con demasiada frecuencia, puede convertirse en un estado crónico de depresión.
Su intensidad y duración varían en función de la causa que la origina, así como de los rasgos individuales de las personas.
Es una emoción desagradable que aparece tras la percepción de peligro o una amenaza.
Cuando sentimos miedo, nuestros sentidos se agudizan y nuestro ritmo cardíaco aumenta.
Aunque el miedo es una emoción necesaria porque nos previene de peligros, es muy importante no ser controlado por el miedo.
Es un breve momento de conmoción que se produce tras un acontecimiento inesperado. A menudo es bastante fuerte y puede ser definida como una sensación de infelicidad o desdicha, o bien, todo lo contrario.
Las investigaciones demuestran que las personas tienden a recordar las sorpresas durante mucho tiempo, ya que se distinguen de las situaciones cotidianas.
La sorpresa puede desencadenar la misma respuesta que el miedo.
La emoción es una respuesta individual interna mientras que el afecto se presenta como un proceso de interacción social. Los sentimientos son la evaluación consciente de nuestro estado corporal durante una respuesta emocional.
Ocurre cuando identificamos nuestras emociones y la de las otras personas, lo que nos permite:
La conciencia emocional forma parte de la conocida Inteligencia Emocional (IE) y constituye el primer paso para poder desarrollarla adecuadamente.
Es la capacidad de tener conciencia de las propias emociones y sentimientos, reconocerlos y controlarlos, para motivarnos en conseguir nuestros objetivos, reconocer las emociones ajenas y saber gestionar las relaciones interpersonales.
La inteligencia emocional es una capacidad que puede entrenarse para reconocer con facilidad las emociones que sentimos y la razón por la que surgieron. Permite distinguir entre las emociones primarias y las secundarias, de las cuales les escribiré la próxima semana.
Hasta la próxima
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.