Estudios demuestran que escuchar música y/o tocar un instrumento, genera una mejor conectividad cerebral aún en estado de reposo ya que el aprendizaje musical es una experiencia motora multisensorial que pone en acción varias habilidades simultáneamente.
Esta puede ser una explicación a los efectos curativos de la música que se conocen desde tiempos inmemoriales.
Recuerdas cuándo fue la última vez que te sentaste cómodamente a escuchar tu música favorita?
La música cura a través de sus dos elementos: el ritmo y la melodía. El ritmo porque incita a una descarga motora y la melodía porque estimula la respuesta emocional.
Ambas integran el cuerpo y la mente con las emociones, de allí su gran poder.
La musicoterapia es el uso de la música para mejorar el funcionamiento físico, psicológico, intelectual o social de las personas con problemas educativos o de salud.
La Federación mundial de Musicoterapia la define así: “
“La musicoterapia es el uso de la música y / o elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) por un psicoterapeuta muy calificado con un paciente o grupo, en un proceso diseñado para facilitar y promover comunicación, aprendizaje, movimiento, expresión, organización o otros objetivos terapéuticos relevantes, a fin de atender a las habilidades físicas, mentales, sociales y cognitivas.”
La musicoterapia se usa con niños, adultos y ancianos con problemas diferentes. También se utiliza con personas que no están enfermos o no tienen un problema, para mejorar el bienestar personal, desarrollar la creatividad, mejorar el aprendizaje, relaciones interpersonales y manejo del estrés.
La musicoterapia permite que las personas
La idea básica consiste en reconocer que muchas enfermedades tienen su origen en el cerebro, que transmite a una parte del cuerpo la energía que produce una enfermedad determinada.
Con la terapia musical para el cerebro se generan estímulos que conducen a una relajación o anulación de la reproducción de la enfermedad a través de diferentes melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes.
Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en los años 40 de nuestro siglo se utiliza como rama de medicina recuperativa, con el equilibrio fisiológico, emocional y mental que se correlacionan. Hoy en día se aplica con muy buenos resultados en desequilibrios nerviosos, problemas cardiacos, pulmonares, alcoholismo y adicciones.
La musicoterapia, han trascendido fronteras, idiomas e ideologías. Por ejemplo, en China tienen álbumes musicales con títulos como: hígado, corazón, estreñimiento, insomnio, etc.
¿Por qué la música es capaz de curar? Sabemos que nuestro ánimo mejora si escuchamos música alegre y empeora si escuchamos música triste o estridente, incluso en nuestros momentos de soledad, alegría o tristeza, una canción puede ser nuestra cómplice y compañera.
Música y respiración
La respiración es ante todo un proceso rítmico. El patrón general humano es de 25 a 35 respiraciones por minuto. Un promedio bajo, profundo y sostenido contribuye a calmar, controlar emociones, estimular el pensamiento y generar un mejor metabolismo.
Por el contrario, la respiración rápida puede llevar al pensamiento disperso, conductas impulsivas y a cometer errores o accidentes.
De esta manera, la música a altos niveles, mas de 60 “toques” por minuto, produce efectos negativos, igual que una dieta desordenada produce mala salud.
La música como analgésico natural
El corazón humano está sintonizado con el ritmo musical que implica frecuencia, tiempo y volumen.
Los ritmos lentos crean menos tensión y estrés manteniendo el cuerpo tranquilo y relajado. Los ritmos fuertes pueden dinamizar y activar la lesión.
Música, tensión y coordinación muscular
El tono y la flexibilidad del sistema muscular está influenciado por el sonido y la vibración musical, tal como lo afirma el profesor Olav Skilie en Noruega, mostrando en un estudio que la Música con una frecuencia de 40-66 Hz, produce relajamiento y reduce la tensión muscular en los niños.
Hoy en día este efecto se conoce como vibro acústico y es considerad como una terapia de un gran poder curativo en los procesos de dolor muscular.
Música y temperatura corporal
La música alta o en voz alta puede aumentar en varios grados la temperatura del cuerpo, mientras que el ritmo suave y cadencioso, puede disminuirla.
Música y endorfinas
Las endorfinas son los sedantes naturales del cerebro, y son actualmente las sustancias más estudiadas en la bioquímica moderna.
En el Centro de Investigación de California de Stanford se encontró que la euforia experimentada mientras se escuchaba música por los sujetos del estudio de música y la “química de curación”, creada por la alegría y las emociones producidas por la riqueza musical de las piezas de películas, cantos religiosos y cuartetos, aumentaron los estados de anestesia al dolor y mejoraron la respuesta del sistema inmunológico.
Música e inmunidad
Un estudio de la Universidad Estatal de Michigan informó de que 15 minutos de escuchar música, aumenta los niveles de interleucina-1 en la sangre. Estas son sustancias presentes en la respuesta positiva del sistema inmune.
En la actualidad hay un gran número de investigaciones científicas que apoyan el uso de la musicoterapia con diferentes tipos de personas:
Para niños o personas jóvenes con:
Para personas con:
También sirve para:
Un saludo
María Elena
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.