
Ante cualquier realidad que estemos viviendo, es importante preguntarnos si puede estar afectando nuestra salud emocional.
Existen síntomas físicos y psíquicos que se deben tomar en cuenta. Por ejemplo, cuando tenemos fiebre presentamos síntomas característicos: elevada temperatura, dolor de cabeza, cansancio, dolor corporal, etc.
En situaciones de stress presentamos igualmente síntomas que muchas veces no identificamos: malestar, desánimo, frustración, baja autoestima, intranquilidad, desconfianza, etc.
Sintomatología psicológica que constituye un alerta para tomar en cuenta
- Reducción de actividades habituales debido al estado de ánimo: Ej. jugabas dominó y ya no lo haces, Ibas para el Gym y ahora no.
- Alteración de la actividad sexual.
- Alteración del patrón del sueño o del apetito: el trastorno del sueño se puede presentar de tres maneras: a) dificultad en conciliar el sueño, b) despertarse muchas veces en la noche, c) conciliar el sueño, pero despertarse a las 3 am y no volver a dormir. En cualquiera de los casos el cuerpo y la psique no descansan.
Sintomatología que indica que el stress ha empeorado
- Dificultad en tomar decisiones.
- Intolerancia hacia cualquier situación.
- Problemas de concentración, memoria, o atención.
- Apego excesivo hacia una persona, actividad u objeto.
- Agresividad física y verbal.
- Presencia de angustia generalizada y paralizante.
- Estados de ansiedad constante, excesiva preocupación por el futuro.
- Fobias, trastornos de pánico.
- Pensamientos catastróficos, negativos o desesperanzadores.
- Aparición de síntomas psicosomáticos: dolores de cabeza, mareos, alergias, diarreas, gastritis.
- Rompimiento de lazos afectivos: familiares, de amigos, de compañeros de trabajo, de vecinos etc.
Recomendaciones
- Ante el insomnio descansar, mantener un horario para acostarse a dormir y cuidar de tener un ambiente óptimo. Ej. Temperatura fresca, no tener ruidos, no ver ni leer noticias.
- Actividad física y de ocio. Recrearse, entretenerse, distraer la mente de la situación que nos provoca angustia.
- Tratar de volver progresivamente a las actividades habituales.
- Estar atentos a nuestras reacciones emotivas y evitar descargarlas al entorno que nos rodea.
- Controlar la intolerancia e impaciencia con las personas o las situaciones.
- Reducir el consumo de alcohol, estimulantes y cigarrillos.
- Practicar relajación, yoga, pilates y/o meditación.
- Buscar grupos de amistades y de apoyo.
Para no caer en la confrontación
- Mantener la calma, propiciar el diálogo.
- Evitar el aislamiento, buscar comunicación, intercambio de puntos de vista.
- Defender los derechos.
- Ser más tolerante, más flexible, escuchar al otro y no emplear calificativos.
- Tratar de buscar puntos comunes o de coincidencia.
Para manejar la información que llega
- Usar la información de forma racional.
- No seguir cuentas que inciten a la violencia.
- Verificar los mensajes recibidos antes de difundirlos.
Para manejar la situación cuando hay niños
- Conservar su rutina.
- Darles la información que pidan en forma equilibrada.
- Evitar conversaciones subidas de tono.
- Escuchar y responder en forma serena.
- Seleccionar los programas de TV o redes.
- Aumentar las actividades de recreación.
- Compartir tiempo en familia para brindarles seguridad y confianza.
- Aprovechar las situaciones para enseñarles valores de respeto tolerancia y aceptación.
Finalmente, siempre es bueno valorar la posibilidad de acudir a un profesional que sirva de acompañamiento en los momentos de intenso stress. Es posible que te ayude a canalizar aquellas conductas que no puedes controlar o que salen súbitamente generando más problemas. Recuerda que el solo hecho de contar con la ayuda de un especialista, ya es un paso adelante. Conversar sobre los que te preocupa, o te hace daño con la guía de un buen terapeuta, aumenta la conciencia acerca de tus puntos fuertes y débiles que, con el apoyo psicoterapéutico podrás equilibrar.

Autor: María Elena Trujillo H.
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio.
La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.