La Vulnerabilidad

Ser vulnerable

La vulnerabilidad es la condición que tiene un sujeto de poder ser lastimado. Un individuo vulnerable es susceptible de ser herido ya sea a nivel físico o moral. En este sentido, este término puede ser aplicado a una comunidad o a una persona, según la capacidad que tengan para evitar, aguantar y superar un impacto.

La vulnerabilidad o estado de cierta indefensión, hace que las personas en apariencia no puedan mejorar su capacidad de prevención y resistencia ante las adversidades que se presenten.

Las personas o grupos de elevada vulnerabilidad son los ancianos, las mujeres y los niños. También existen otros grupos sociales como p.ej. los desplazados, discapacitados, refugiados, repatriados y desposeídos; que presentan un estado de vulnerabilidad.

De aquí se desprende que hay distintos tipos de vulnerabilidad:

  1. Vulnerabilidad social
  2. Vulnerabilidad ambiental
  3. Vulnerabilidad laboral

Una persona que se encuentra en situación de calle, es vulnerable a que le ocurran cosas malas, ya que puede ser abusado físicamente, puede caer en los vicios (drogas, alcohol, delincuencia), enfermedades, etc. De igual manera, una persona que no sepa leer ni escribir, es vulnerable, porque le será imposible conseguir un buen trabajo para satisfacer sus necesidades básicas.

La pobreza también es un factor que incrementa la vulnerabilidad, ya que una persona pobre es probable que viva o trabaje en zonas de peligro y que tengan menor capacidad de disponer de los recursos necesarios para enfrentar cualquier problema.

Pero existe otro tipo de vulnerabilidad que va más hacia el plano psicológico y personal y es de la cual habla Brené Brown, investigadora de la Universidad de Houston, quien afirma que la vulnerabilidad no es debilidad, sino la medida más precisa de nuestro valor, porque cuando somos vulnerables, nos mostramos sin filtros ni apariencias, en nuestra forma más auténtica.

La investigadora realizó durante muchos años, trabajos sobre la vulnerabilidad, la valentía y la vergüenza.

Ella muestra una visión de la vulnerabilidad que realza el valor de la imperfección y afirma que, el auténtico valor es aquel que nos dota de la valentía para aceptar que somos imperfectos.

A nivel psicológico y emocional, ser vulnerable no es ser débil, es tener la valentía de aceptar que estamos heridos, dolidos, decepcionados, tristes y nos sentimos sin fuerzas.

Es normal que cuando estemos vulnerables evitemos ciertas situaciones que nos generan sufrimiento e incomodidad. Cuando estamos en esos momentos, es conveniente buscar un tiempo para reconectar, mirar las cosas desde otro ángulo, curar las heridas y aliviar los sentimientos de inadecuación, dolor y vergüenza. Ser compasivos y comprender nuestras limitaciones

Aceptar la vulnerabilidad implica reconocer que se tienen heridas y asuntos pendientes, que ciertas experiencias generan dolor y sufrimiento, pero que se aceptan como parte de uno mismo.

Este tipo de vulnerabilidad es diferente a la vulnerabilidad de los grupos sociales, culturales y laborales menos favorecidos. Es el reconocimiento de la vulnerabilidad psicológica, aquella que se expresa en conexión con nuestros sentimientos de inadecuación y que nos motiva para tener la valentía de mostrarnos sin máscaras.

Como decía Winston Churchill “El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”,
y Mario Benedetti “La perfección es una pulida colección de errores.”

Por lo tanto, reconocerse como vulnerable es atreverse a mostrarse tal cual somos: con fortalezas, pero también con heridas e inseguridades.

En nuestra sociedad ser vulnerable es algo visto como algo negativo, así que ocultamos nuestra fragilidad y cualquier signo de duda e indefensión. Se me ocurre que, como la vulnerabilidad está tan estigmatizada, hemos sido condicionados a mostrar fortaleza y seguridad aun en las peores crisis emocionales de nuestra vida.

Para esconder nuestra vulnerabilidad, evitamos las situaciones que no podemos controlar y huimos de todo lo que nos dispara sentimientos de incomodidad y dolor. Escapamos de todo aquello que nos recuerda que no somos perfectos, que cometemos errores y que podemos sentir vergüenza y dolor.

Brené Brown opina que somos imperfectos, vulnerables y tenemos miedo porque no siempre tenemos o hallamos las soluciones a nuestros conflictos y precisamente ahí es donde radica nuestra belleza…nuestra imperfección es lo que nos hace más humanos.

Si la mayoría de las personas conociéramos nuestro lado sensible y vulnerable, nos sentiríamos mejor con nosotros mismos y con los demás, ya que en vez de competir nos enfocaremos en compartir y estaríamos más conectados los unos con los otros.

Quizás este sea uno de los grandes males de nuestra sociedad, el no aceptar la vulnerabilidad como parte de nuestra condición humana.

Mejor es nunca olvidar que:

“La vulnerabilidad es el lugar de nacimiento de la conexión y la ruta de acceso al sentimiento de dignidad”.
Brené Brown

Sobre el autor del artículo María Elena Trujillo

Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.

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