Paracelso fue un médico, alquimista y astrólogo suizo que planteó siete reglas de vida para mantener la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Respira en forma plena y al aire libre. Bebe diariamente dos litros de agua. Come muchas frutas y variadas a lo largo de la semana. Mastica bien los alimentos y come en un ambiente relajado. Evita el alcohol y el tabaco. Bañate a diario.
Evita tratar con personas de baja energía que basan su conversación en murmuraciones y chismes. Aléjate de personas indolentes, vanidosas o mal intencionadas que tienen un entendimiento sesgado de las situaciones. Cuídate de personas egoístas y manipuladoras que no ven el bien en nada de lo que haces. La suerte no existe y el destino depende de los propios actos y pensamientos.
Auxilia siempre que puedas, sé agradecido pero no te compadezcas ni tengas debilidades por ninguna persona. Cuida tus propias energías y corta con la manipulación.
Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Las experiencias que venimos a vivir nos pueden enfrentar a conflictos de intereses. Lo importante es respetar tu esencia y pensar que hacen lo mejor que pueden, dentro de sus posibilidades. Somos imperfectos y hay que aceptarlo para que ese conocimiento nos guíe en nuestro proceso de superación.
Recógete donde nadie te moleste por media hora. Siéntate cómodo, cierras los ojos, respira profundo y no pienses en nada. Asi podrás conectar tu mente con el espíritu y recibir buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, se te pueden ocurrir ideas luminosas, que con el tiempo te puedes dar cuenta de que contribuyeron a la solución de tus problemas. Es la voz interior que te brota de la dimensión profunda del alma (llamada Daimon por Sócrates, la que te guiará, a solas con tu conciencia.
Abstente, de contarle a los demás, inclusive a los más íntimos, todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras.Mantén protegida tu casa interior. Es regla de suma importancia.
No estás solo(a). Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte. El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo. El miedo y la desconfianza en el futuro anteceden a los fracasos, atraen las malas influencias y el desastre. Puedes ser feliz aportando a los demás, con un interés sincero, sin egoísmo conservaras la alegría. Por otro lado, la riqueza no es sinónimo de dicha. Puede ser uno de los factores que conduzcan a ella, por el poder que ofrece para hacer buenas obras; pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es egoísmo. Jamás debe quejarse uno de nada, hay que dominar los sentidos; huir tanto de la autocompasión como de la vanidad. La autocompasión sustrae fuerzas y la vanidad las paraliza.
“Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama, observa, ve… Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor… Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas nada sabe acerca de las uvas.”
“Nada es veneno, todo es veneno: la diferencia está en la dosis”.
“Que no sea otro quien puede ser dueño de ti mismo”
Fuente: Integrando el Ser
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.