Los asuntos inconclusos son aquellos que quedaron abiertos en una experiencia pasada porque no se cerraron de la manera más conveniente o porque la relación terminó en forma brusca. Quedó pendiente una disculpa, una explicación, satisfacer una necesidad, expresar un sentimiento o superar un resentimiento.
Cuando un asunto de este tipo queda inconcluso, no se tuvo la posibilidad de conocer ni de comprender las razones o las causas que tuvo la otra persona para hacer (o no hacer) lo que generó el daño o sufrimiento.
Hay en el fondo una necesidad que no ha podido ser cubierta y que es necesario resolver para poder seguir adelante.
Cuando tenemos asuntos inconclusos en relación a una o varias personas, nuestra energía emocional se dispersa y puede ser el motivo por el cual no aprovechamos en el presente las oportunidades que se nos presentan.
“Una de las principales fuentes de malestar psicológico en la gente, la producen los “asuntos inconclusos”, que aparecen cuando una persona se siente dolida, enojada, o resentida hacia otra persona y no encuentra la forma de resolver estos sentimientos. En consecuencia, la experiencia es incompleta. Reteniendo esta experiencia incompleta o evitando el cierre, una persona invierte una gran parte de su energía, lo que hace que le quede poca energía disponible para hacer frente a nuevas situaciones.” Celedonio Castanedo.
Esto ocurre porque tenemos un vacío interior que nos arrastra hacia atrás que nos produce intranquilidad ya que una parte de nosotros vive en el presente y la otra esta pendiente en forma inconsciente en cerrar la experiencia del pasado.
Esta experiencia puede ser muy antigua o bastante reciente, el tiempo lo que hace es enterrarla mas en nuestro inconsciente, pero el estancamiento que produce, aunque no lo notemos, secuestra una parte de nuestra energía ante lo cual buscamos espacios de soledad, tenemos baja motivación para emprender algo nuevo y sentimientos de tristeza o cólera repentina.
Si observas tus sensaciones en relación a otra persona y notas que sientes en paz, seguramente no hay nada pendiente que cerrar, pero si hay alguna intranquilidad o alguna de las sensaciones antes mencionada, lo más probable es que algo quedó pendiente por decir o hacer para resolver ese asunto inconcluso.
Los asuntos inconclusos son producto de situaciones pasadas o conflictos emocionales no resueltos y se manifiestan con resentimiento o/o rabia no expresada hacia los padres, hermanos, pareja y a otras personas significativas.
Algunos de los efectos que podrían generar estos asuntos inconclusos del pasado, son:
¿Qué hizo falta en el momento en que no se pudo resolver la situación?.
Qué información tenías? ¿Qué no sabías?.
¿Qué te pasaba, como te sentías?. ¿De qué eras consciente y de que no?.
¿Cual es la diferencia entre la relación pasada y la actual?.
¿Que necesitas ahora para resolverla?.
¿Puedes hacerlo solo o con ayuda?.
6.-Encontrar las diferencias entre el pasado y el presente. La diferencia es que ahora es posible que estés en otro ambiente o que puedas analizar la experiencia desde otra perspectiva. Ahora dispones de más información porque has podido procesar con calma las emociones negativas que te causó ese evento. Ya tienes más claras las causas o razones por las cuales la otra persona (el que generó o recibió la ofensa), provocó el asunto inconcluso.
Es importante lograr el nivel de comprensión acerca de las razones que tuvo la otra persona para actuar de esa manera, entendiendo y aceptando la situación.Cuando conscientemente buscas un acercamiento para conversar, pedir disculpas o exigir algo de alguien, ya estás trabajando para darle el cierre a ese proceso.
Por Ejemplo:
– Me dolió mucho las cosas que me expresaste, dañaron mi autoestima.
_Lamento que eso haya sucedido, no era mi intención lastimarte.
– ¿Entonces por qué lo hiciste?
_Tuve otras razones que no tenían que ver contigo. Yo estaba angustiado por un tema laboral, y explote sin darme cuenta del daño que eso te iba a causar.
Es importante que tomemos conciencia de que en la vida ocurren pérdidas y experiencias dolorosas y que puedes sentirlas como una injusticia.
Por eso es importante aceptar la realidad de la experiencia y darse cuenta de todos los detalles ligados a ella. Si la persona con quien tienes el pendiente no quiere o no está disponible para resolver esa situación, hay que aceptarlo y dar el asunto por concluido.
Ocurre cuando las personas involucradas en el asunto inconcluso vuelven a conectar de nuevo y se piden disculpas, se comprenden, se aceptan las disculpas y se perdonan mutuamente.
Es cuando te despides de la persona (más importante si ha muerto) y si no se llega a realizar la despedida, es decir concretamente: hasta la próxima y que te vaya bien.
“Los asuntos inconclusos son la consecuencia del amor no expresado, la culpabilidad no-resuelta, las acciones del pasado no-aceptadas”
Celedonio Castanedo
Fuente: María Elena Trujillo – Integrando el Ser.
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.