La palabra “eclipse” proviene del latín “eclipsis”, que a su vez viene del griego “écleipsis”, que significa desaparición, y que también se relaciona con la palabra abandono, pues para estas dos culturas un eclipse era como si la luz de la Luna o el Sol los estuviera abandonando. Fue en esta etapa de la humanidad en que se consideró que los eclipses eran un mal presagio, especialmente si sucedían de día.
En la mayoría de las culturas antiguas los eclipses eran personificados como demonios, serpientes o dragones que devoraban al Sol o a la Luna, aunque también existen leyendas donde intervienen lobos, perros, ranas y ciertos animales parecidos a los gatos.
La creencia general es que traen destrucción y malos presagios. Sin embargo, actualmente se cree que la energía que circula en la tierra cuando hay un eclipse favorece un estado de profunda introspección, razón por la cual se tiene una sensación de intensa y transformadora energía, un día antes de la noche o día del eclipse.
Los eclipses atraen una energía muy poderosa y cuando se trabaja con ellos en forma positiva, pueden brindar creatividad y transformación. La energía del eclipse puede ayudar en la superación de obstáculos o condiciones que bloquean el desarrollo espiritual.
Es importante considerar que los cambios que se buscan alcanzar a través de una meditación en el momento del eclipse, sucederán en forma lenta y paulatina hasta llegar con el tiempo a un punto total de manifestación, sin embargo lo que ocurra, sea bueno o malo es necesario para nuestra evolución.
De acuerdo con Ptolomeo, los efectos de un eclipse de Sol estarán vigentes tantos años como horas haya durado el oscurecimiento en tanto que los efectos de un eclipse de Luna se sentirán tantos meses como horas haya durado. Otra teoría dice que el efecto de un eclipse tiene vigencia hasta producirse el siguiente eclipse de la misma categoría.
El Sol y la Luna se corresponden con factores conscientes e inconscientes respectivamente; al opacarse u oscurecerse en un eclipse generan, en cada caso, un conflicto que provoca una movilización. La crisis siempre se relaciona con un reordenamiento, una renovación de asuntos en la vida que requieren mayor atención y energía.
En general, el efecto de un eclipse no se nota en el momento de producirse sino a través del tiempo, además en la temporada de eclipses, cuando ocurre el primero (p. ej. de Luna), a las dos semanas ocurre el segundo (p.ej. de Sol).
1 El Sol, la Luna y la Tierra están alineados.
2 La Luna está cerca de los nodos lunares (la intersección de su plano orbital con la eclíptica).
La Tierra gira alrededor del Sol en el movimiento de traslación y describe una órbita. La eclíptica es el plano que define la órbita de la Tierra.
Si observamos el plano de la eclíptica de lado, junto a la Luna y su órbita, notamos que la Luna corta el plano de la eclíptica en dos puntos, denominados nodo norte y nodo sur.
Por esta razón, para que la segunda condición de un eclipse se cumpla, es necesario que la Luna se encuentre cerca del nodo norte o del nodo sur.
Los Eclipses pueden coincidir eventos en nuestra vida: el nacimiento de un bebé, matrimonio, promoción o avances en la carrera, venta o compra de una casa, mudanzas, adquirir una mascota (o la pérdida de alguna), someterse a una cirugía o algún proceso importante de salud, divorcios, publicar un libro, encuentros importantes, cambios en el trabajo, etc. No importa lo que ocurra, será evidente que el universo te impulsa a realizar cambios evolutivos.
Los eclipses iluminan la parte de la vida que es tocada por él y esto se puede apreciar viendo en qué casa cae en una carta natal. La mayoría del tiempo actúan como iluminadores, revelando nuevas realidades y procesos de los que no éramos conscientes.
Actúan como catalizadores para generar y facilitar cambios, a la vez que ayudan en la comprensión de la verdadera naturaleza de una situación o de una persona cercana.
Es como una pieza de un rompecabezas que cae del cielo en tus manos, que cambiará la perspectiva para entender en forma más realista y completa lo que estás viviendo, sus causas y consecuencias.
Un eclipse solar sucede cuando hay Luna nueva, es decir en Novilunio y necesita de dos condiciones para presentarse:
1 El Sol, la Luna y la Tierra están alineados.
2 La órbita de la Luna entre la Tierra y el Sol, está muy cerca de alguno de los nodos lunares.
La Luna se interpone entre la Tierra y el Sol proyectando su sombra sobre la Tierra.
Aunque el tamaño de la Luna es inferior al de la Tierra, este evento produce una sombra lo suficientemente grande como para tapar al Sol, pero al mismo tiempo lo suficientemente pequeña como para permitir la visibilidad del anillo del eclipse.
En el ciclo de lunación, un eclipse solar sucede cuando existe una conjunción entre la Luna y el Sol, por lo que se encuentran en el mismo signo del zodíaco.
Para la astrología, el Sol es el dador de vida y energía. Su oscurecimiento en el cielo (aunque sea por una pequeña porción de tiempo como sucede en un eclipse), produce cierta desvitalización, por lo cual , podemos sentirnos más cansados, estresados, y fatigados que de costumbre.
Un eclipse lunar sucede cuando hay Luna Llena, es decir en Plenilunio y necesita de dos condiciones para presentarse:
1 El Sol, la Luna y la Tierra están alineados.
2 La Luna permanece a la sombra de la Tierra respecto al Sol, muy cerca de alguno de los nodos lunares.
La Tierra se interpone entre la Luna y el Sol bloqueando los rayos del Sol que normalmente se reflejan sobre la Luna, oscureciéndola.
La Luna Llena ocurre cuando existe una oposición entre la Luna y el Sol, por lo que se encuentran en signos opuestos del zodíaco.
Un eclipse lunar muestra la culminación de un proceso que ha ido creciendo, madurando y que aporta comprensión de la experiencia. Durante los eclipses de Luna, nuestras emociones pueden verse alteradas por lo que es recomendable estar en un estado reflexivo, de meditación e introspección, aprovechando la oportunidad para percibir nuestros bloqueos para elaborarlos y reorientar nuestras acciones explorando nuevas posibilidades.
Para conocer el efecto que un eclipse tendrá sobre cada persona, es necesario revisar los aspectos que tienen el Sol y la Luna en la carta natal, así como sus activaciones por tránsitos, revolución solar y progresiones en el momento del eclipse.
Los próximos eclipses (a excepción del último eclipse de Sol del 2021), se darán en el eje Tauro- Escorpio. Concretamente habrá un eclipse solar en Tauro en abril de 2022, un eclipse lunar en Escorpio en mayo de 2022, un eclipse solar en Escorpio en octubre de 2022, un eclipse lunar en en Tauro en noviembre de 2022, un eclipse lunar en Escorpio en mayo de 2023 y, finalmente, un eclipse lunar en Tauro en octubre de 2023.
Hasta la próxima entrega, donde te explicaré qué son los nodos lunares y el significado de su entrada en el eje Tauro-Escorpio.
Saludos,
María Elena Trujillo Hildebrand
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.