Los trastornos que generan las Redes Sociales

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Las enfermedades por redes sociales o tecnopatías están a medio camino entre uno o varios trastornos y las manías personales. Son la consecuencia que trae la saturación tecnológica a la que estamos cada vez más expuestos.

El excesivo uso de las redes sociales y de la mensajería instantánea provoca una sensación de conectividad, que disfraza nuestra soledad a través de un “like” un “tweet” o un “emoji”. Toda esta carga de positivismo oculta el riesgo de sufrir patologías físicas, como enfermedades inflamatorias y auditivas, dolores de cabeza,  mareos  y ciertos trastornos psicológicos.

La situación se complica cuando las personas no pueden dejar de estar conectadas y las redes sociales acaparan su rutina estando más tiempo en la vida virtual que en la real, alejándose y dejando de tener vínculos con el mundo exterior. Algunos especialistas han llamado a este comportamiento “adicción a las redes sociales”  y funciona igual que cualquier dependencia pero sin sustancia porque el cerebro necesita el subidón que le proporciona estar conectados y el resultado final no es sentirse bien, sino sentirse menos mal.

 

La clasificación de los denominados “trastornos por redes sociales” (que en última instancia son parte de una nueva sintomatología de nuevas formas de desbalance) son:

  1. Cibermareo: Se refiere al mareo que sienten los usuarios de aparatos de realidad virtual y que son parecidos a los que algunas personas sufren cuando viajan en un medio de transporte. Solo que permaneciendo inmóviles.
  2. Narcisismo: Con el exceso de¨selfies¨, al igual que Narciso la persona se identifica con su Ego y se convierte en objeto de uso. Refuerza un proceso egocéntrico y falto de verdadera empatía para buscar aprobación y reafirmar la autoestima.
  3. Síndrome de la llamada imaginaria: Se siente que el teléfono vibra o suena y luego se comprueba que no es cierto.  La razón es que el cerebro asocia el móvil con la vida diaria y cada estímulo que se recibe lo asocia al mismo. Cuando hay ansiedad y se está esperando un mensaje o llamada esta sensación permanece con mayor intensidad.
  4. Nomofobia: Este término proviene de las tres palabras “no”, “móvil” y “fobia”. Describe la angustia causada por no tener acceso al celular, variando desde una ligera sensación de incomodidad hasta un ataque grave de ansiedad. Cuando la persona se queda sin batería en el móvil o no lo encuentra, cae en un estado de ansiedad constante y puede llegar a tener ataques de pánico.
  5. Adicción a redes sociales: La persona prefiere estar conectada que involucrarse en otras actividades. Esta adicción puede generar estrés, ansiedad y problemas interpersonales además de que puede ser el detonante para deteriorar otro tipo de relaciones sociales.
  6. Apnea del Whatsapp: La sufren aquellos que chequean esta app de manera compulsiva en busca de mensajes.
  7. Depresión del Facebook: Quienes la padecen, necesitan de una constante aprobación de los demás. Si no reciben likes, comentarios o reacciones a sus publicaciones pueden caer en una depresión. Esta adicción favorece la comparación social y puede generar baja autoestima.
  8. Cibercondria: La cibercondria es la obsesión por consultar en internet cualquier síntoma que tengamos en la búsqueda de una posible enfermedad. Esto hace que quien la padece esté constantemente asustado por padecer múltiples enfermedades y porque Internet les muestra varias interpretaciones u opciones de su padecimiento. De este modo el cibercondriaco cae en estado de ansiedad y tiene diferentes síntomas y enfermedades de las que se enteró por Internet.
  9. Efecto Google: Es cuando nuestro cerebro se niega a recordar información como consecuencia de la posibilidad de acceder a ella en cualquier momento. La persona se acostumbra tanto a buscar todo en Internet, que después de un tiempo su cerebro no recuerda nada. Todos los usuarios de Internet son susceptibles de sufrirla.
  10. Dependencia de videojuegos en línea: Es una dependencia muy extendida. Para rehabilitar a los que padecen esta enfermedad se han creado varios programas consistentes en 12 fases, igual que la terapia de alcohólicos anónimos.
  11. Hikikimori: Es una enfermedad muy común en Japón y se podría extender por todo el mundo. Quienes la padecen presentan un aislamiento social total evitando cualquier contacto con el mundo real ya que suelen pasar meses o años aislados del mundo real, siempre y cuando tengan acceso a Internet.
  12. Hipersensibilidad electromagnética: Es un trastorno neurológico que sufren determinadas personas que reaccionan ante las radiaciones electromagnéticas no ionizantes como las que emiten los teléfonos móviles o las antenas telefónicas.

Ya no son tan frecuentes los encuentros personales porque buscamos estar actualizados continuamente en situaciones que no son parte de nuestra vida ni de nuestros verdaderos intereses. Bombardeamos nuestro sistema con excesiva información.

Las redes sociales son necesarias pero debemos estar conscientes de que lo tecnológico nos fascina y atrapa porque actúa el Eros electrónico con una especie de magia que conecta el aquí y el ahora con el allá y el entonces.

Aunque en los tiempos actuales es imposible prescindir de las redes sociales porque son un medio cada vez más utilizado para trabajar y socializar, es importante que busquemos un balance en la conexión con la naturaleza e inclusive con nosotros mismos.

Reflexiones para integrar el Ser

Buscarse un tiempo de relax sin llevar el móvil, hacer meditación, yoga, respiración consciente. Ejercicios de memoria, ejercicios físicos y fomentar conexiones con nuestro entorno inmediato son actividades muy necesarias ante la nueva realidad.

Es importante poner un límite al uso excesivo de las redes y anclarnos en nuestro verdadero centro energético vital  y reestablecer la conexión con la naturaleza lo cual activa el balance entre el cuerpo, la mente y el espíritu. 

 

Un abrazo

María Elena

Sobre el autor del artículo María Elena Trujillo

Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.

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