Las enfermedades por redes sociales o tecnopatías están a medio camino entre uno o varios trastornos y las manías personales. Son la consecuencia que trae la saturación tecnológica a la que estamos cada vez más expuestos.
El excesivo uso de las redes sociales y de la mensajería instantánea provoca una sensación de conectividad, que disfraza nuestra soledad a través de un “like” un “tweet” o un “emoji”. Toda esta carga de positivismo oculta el riesgo de sufrir patologías físicas, como enfermedades inflamatorias y auditivas, dolores de cabeza, mareos y ciertos trastornos psicológicos.
La situación se complica cuando las personas no pueden dejar de estar conectadas y las redes sociales acaparan su rutina estando más tiempo en la vida virtual que en la real, alejándose y dejando de tener vínculos con el mundo exterior. Algunos especialistas han llamado a este comportamiento “adicción a las redes sociales” y funciona igual que cualquier dependencia pero sin sustancia porque el cerebro necesita el subidón que le proporciona estar conectados y el resultado final no es sentirse bien, sino sentirse menos mal.
La clasificación de los denominados “trastornos por redes sociales” (que en última instancia son parte de una nueva sintomatología de nuevas formas de desbalance) son:
Ya no son tan frecuentes los encuentros personales porque buscamos estar actualizados continuamente en situaciones que no son parte de nuestra vida ni de nuestros verdaderos intereses. Bombardeamos nuestro sistema con excesiva información.
Las redes sociales son necesarias pero debemos estar conscientes de que lo tecnológico nos fascina y atrapa porque actúa el Eros electrónico con una especie de magia que conecta el aquí y el ahora con el allá y el entonces.
Aunque en los tiempos actuales es imposible prescindir de las redes sociales porque son un medio cada vez más utilizado para trabajar y socializar, es importante que busquemos un balance en la conexión con la naturaleza e inclusive con nosotros mismos.
Buscarse un tiempo de relax sin llevar el móvil, hacer meditación, yoga, respiración consciente. Ejercicios de memoria, ejercicios físicos y fomentar conexiones con nuestro entorno inmediato son actividades muy necesarias ante la nueva realidad.
Es importante poner un límite al uso excesivo de las redes y anclarnos en nuestro verdadero centro energético vital y reestablecer la conexión con la naturaleza lo cual activa el balance entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Un abrazo
María Elena
Soy psicóloga, astróloga y coach. En el proceso e integrado varios enfoques lo cual me permite comprender ciertas experiencias de vida no frecuentes ni comunes para todos. Entiendo que hay diversas formas de ser y de estar en el mundo. Mi propósito es apoyarte y acompañarte en el proceso del descubrimiento de tí mismo, de aceptarte tal cual eres y mostrar cómo usar tus habilidades, capacidades y dones en tu propio beneficio. La meta es que logres conocerte más a tí mismo para desarrollar mayor coherencia, armonía, prosperidad, amor y agradecimiento por la vida.