“El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual. Les recomiendo aplicar mi teoría a su vida para mejorarla”.
Dr Masaru Emoto
El agua es un transmisor de las vibraciones o emociones que ponemos en las palabras que usamos. Si las palabras son buenas y positivas forman cristales de agua muy armónicos que pueden sanar nuestro cuerpo o el ambiente donde estamos pero si las palabras son negativas, el cristal no se forma y el agua pierde su poder sanador.
La prueba que aporta el doctor Masaru Emoto es la gran belleza de los cristales de hielo extraídos del agua “tratada” frente a la baja belleza de los de agua “no tratada” en sus experimentos.